Las iglesias son llamadas a desempeñar un papel único en la respuesta a la creciente crisis de más de 7 millones de niños huérfanos debido a COVID-19

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Mientras la pandemia llega a su segundo aniversario, hoy, un informe recientemente publicado estima que, en todo el mundo, más de 7 millones de niños han perdido a uno de sus progenitores o cuidadores debido a COVID-19. La Alianza Evangélica Mundial (AEM), junto con World Without Orphans (Un mundo sin huérfanos, WWO por su sigla en inglés) solicita respuestas a nivel nacional y mundial a la pandemia, que incluyan a los niños afectados como prioridad, destacando el singular papel que las iglesias locales pueden desempeñar en la respuesta a esta crisis creciente.  

La publicación The Lancet Child & Adolescent Health ha presentado un informe basado en estudios realizados por diversas agencias gubernamentales y universidades nacionales e internacionales, la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial y organizaciones no gubernamentales, entre ellas, WWO.   

“Estimamos que, por cada persona que ha muerto por la pandemia de COVID-19, según los informes, queda un niño huérfano o sin cuidador. Esto equivale a que, cada seis segundos, un niño enfrenta un mayor riesgo de sufrir toda una vida de adversidad, a menos que reciba el apoyo necesario a tiempo”, comentó la Dra. Susan Hillis, principal autora del estudio, como parte de su trabajo en los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), quien también es miembro del equipo de líderes de WWO. “La orfandad no viene en oleadas; crece de manera sostenida, como una montaña cuya cima aún está fuera del campo visual”, agregó.  

Hillis convoca a desarrollar planes de respuesta para COVID-19 a nivel nacional para apoyar a los niños huérfanos, planes centrados en tres áreas: prevenir la muerte de los cuidadores, preparar familias seguras y amorosas para apoyar a los niños afectados brindándoles atención, cuidado por parte de sus propios familiares, familias sustitutas y adopción, y emplear estrategias para proteger a los niños de los riesgos de la pobreza, la adversidad y la violencia. La Dra. Hillis señaló que se han dedicado vastos recursos y esfuerzos a la vacunación y otras medidas preventivas; sin embargo, no se han destinado fondos para la atención de los niños que han quedado privados de sus padres o cuidadores.  

Además de destacar que el número de niños que han perdido a uno de sus progenitores o cuidadores era aproximadamente igual al número total de muertes debidas a COVID-19, el informe revela también que casi las dos terceras partes de los menores afectados tienen entre 10 y 17 años de edad. También es digno de atención el dato de que, en 3 de cada 4 casos en que un niño perdió a uno de sus progenitores, el fallecido era el padre.  

Aunque no todos los países sufren la pandemia de la misma forma, y las necesidades de los niños huérfanos y los servicios brindados por los gobiernos varían, las Iglesias locales están en una posición única para responder a los problemas específicos de su vecindario y de la comunidad más amplia. Siguiendo el llamado bíblico a “cuidar de los huérfanos y las viudas” que se encuentra en Santiago 1:27, las iglesias y los creyentes pueden ser un reflejo del corazón de Dios: “Padre de los huérfanos y defensor de las viudas es Dios en su morada santa. Dios da un hogar a los desamparados”. (Salmo 68:5-6).

“Alentamos a los líderes de las iglesias a leer el informe y reflexionar en oración sobre cómo la pandemia ha afectado a las familias y los niños en su propio contexto, para ver qué apoyo pueden ofrecerles. Ellos pueden crear conciencia sobre este tema y movilizar a sus congregaciones para extender su mano y ofrecer ayuda activamente”, manifestó la Rev. Dra. Rebecca Goropevsek, coordinadora de la Red de Niños de AEM y miembro del Consejo Mundial de WWO. 

“Este asunto puede parecer abrumador, pero cuando los miembros de las iglesias se acercan a los afectados, pueden ayudar a las familias y los niños con oración, consejería y atención espiritual, buscar soluciones prácticas a sus necesidades inmediatas y ayudarlos a tener acceso a servicios de apoyo. También hay muchos recursos disponibles en Internet, incluyendo los ofrecidos por WWO, que equipan a las iglesias con la comprensión y las herramientas necesarias para responder de maneras prácticas y significativas que puedan hacer verdadero impacto”.  

Las investigaciones sugieren que el mayor efecto positivo puede lograrse apoyando a la familia y los parientes, de modo que estos puedan cuidar al niño, en lugar de derivarlo a instituciones como los orfanatos. En muchos casos, hay parientes que podrían cuidar o adoptar a los niños que han perdido a sus padres o cuidadores, pero no cuentan con los medios económicos para hacerlo. Al dedicar el esfuerzo y los recursos a programas de atención familiar en lugar a de los orfanatos, muchos más niños podrían ser criados en un ambiente de amor y confianza que les ofrece mucho mayores oportunidades de prosperar a largo plazo.   

“Como creyentes, podemos ser uno para uno y voz para muchos”, dice el obispo Dr. Thomas Schirrmacher, Secretario General de la AEM. “Podemos ser la voz que pida a los gobiernos de nuestros países que se aseguren de que los niños y las familias vulnerables no queden abandonados, sino reciban el apoyo que necesitan, de modo que cada niño crezca en un ambiente familiar”.  

“Al mismo tiempo, podemos estar junto a cada uno, identificando quiénes son esos niños, para que no permanezcan ocultos; podemos hablar con ellos, escuchar sus historias, lo que han pasado”, continuó.  

Schirrmacher recordó que se reunió con una joven llamada Kate, cuyo padre (que era pastor de adoración), murió de COVID el año pasado, cuando Kate tenía 16 años. La joven le dijo: “Solo quiero que me vean, que me entiendan. Quiero que alguien me mire a los ojos y me pregunte cómo estoy, de verdad, que realmente se interese. No quiero seguir sintiendo que soy invisible”.  

“Cuando vamos a un funeral o nos enteramos de alguien que ha fallecido, los creyentes, ¿preguntamos quiénes son esos niños, cómo están?”, pregunta Schirrmacher, y agrega: “Nosotros podemos ser los ojos, los oídos y el corazón de Jesús. Queremos verlos, escucharlos y mostrarles que a alguien le importa su pérdida, y mostrarles el consuelo suficiente del Señor. Podemos estar con ese niño cuyo mundo se ha desmoronado, y abrazarlo”.   

Ver también: 

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CONTACTO PARA MEDIOS: 

Timothy K. Goropevsek 
Gerente de medios
[email protected] 
+1 212.233.3046 

O comuníquese para una entrevista directa con la Dra. Susan Hillis: [email protected] 

World Without Orphans (Un Mundo sin Huérfanos)

Nuestra misión es convocar y equipar a líderes de las naciones para que colaboren con el fin de resolver la crisis de los niños huérfanos y vulnerables en sus países. Nuestra visión es que cada niño crezca en una familia segura y amorosa, y pueda cumplir el propósito que Dios le ha dado. Veremos un mundo sin huérfanos cuando la iglesia intervenga para asegurarse de que cada niño crezca en una familia segura y amorosa. El mapa de ruta WWO Roadmap integra las mejores evidencias mundiales con el llamado de Dios en la Biblia, para revelar los cuatro fundamentos esenciales para progresar juntos hacia un Mundo sin Huérfanos. Para más información, visite worldwithoutorphans.org

Alianza Evangélica Mundial

Más de dos mil millones de cristianos en todo el mundo hoy son representados por tres organizaciones que nuclean a las iglesias. Una de ellas es la Alianza Evangélica Mundial (AEM), que existe para servir a más de 600 millones de evangélicos pertenecientes a iglesias que integran 143 alianzas evangélicas nacionales en 9 regiones del mundo. La AEM (que tuvo su inicio en Londres, en 1846), une a los evangélicos de todas las denominaciones en oración, evangelismo, misión, educación teológica, libertad religiosa, defensa de los derechos humanos y participación en un amplio espectro de asuntos sociales. Hace oír su voz en las Naciones Unidas, los gobiernos y los medios, en público o por medio de la diplomacia tras bambalinas, sobre temas de interés común para la iglesia. Para mayor información, visite worldea.org